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Elegir el régimen fiscal adecuado puede marcar la diferencia entre pagar lo justo o asumir cargas innecesarias. Si eres autónomo o gestionas una pequeña empresa, seguro que te has hecho esta pregunta: ¿me interesa más tributar por módulos o por estimación directa?

Ambos sistemas son legales y están contemplados por Hacienda, pero tienen requisitos distintos, formas diferentes de calcular los impuestos y consecuencias muy distintas a medio plazo. Elegir uno u otro no solo afecta al pago del IRPF, sino también al IVA, a la contabilidad y a la gestión fiscal del día a día.

Te explicamos qué diferencia a cada régimen, quién puede acogerse, cómo se calcula el rendimiento y qué ventajas o inconvenientes ofrece cada uno. Al final, sabrás qué opción puede convenirte más según tu tipo de actividad, volumen de ingresos y las previsiones a futuro.

¿Qué son los módulos y la estimación directa?

La estimación objetiva (módulos) es un método simplificado para calcular el rendimiento de tu actividad económica. No se basa en los ingresos y gastos reales, sino en una estimación predeterminada según criterios como metros del local, número de empleados, potencia eléctrica contratada, etc.

En el método de estimación directa se calcula el rendimiento neto a partir de la contabilidad real: ingresos menos gastos deducibles. Es el sistema general por defecto, y tiene dos modalidades: normal (para quienes superan los 600.000 € anuales de ingresos) y simplificada (para quienes no superan ese límite).

¿Qué actividades pueden tributar por módulos?

No todas las actividades pueden acogerse al sistema de módulos. Solo pueden hacerlo algunas recogidas en la Orden Ministerial que regula este régimen cada año, como: el transporte de mercancías por carretera, los taxis, la hostelería (bares, restaurantes, cafeterías), los pequeños comercios, las peluquerías y actividades agrícolas y ganaderas concretas.

Además, hay que cumplir ciertos requisitos para mantenerse en el régimen de módulos:

  • No superar los 250.000 € de ingresos anuales.
  • No superar los 125.000 € anuales en facturación a empresas.
  • No haber renunciado voluntariamente al régimen ni estar excluido por alguna causa legal.

¿Cómo se calculan los impuestos en cada régimen?

En módulos, Hacienda establece unos índices o módulos (por ejemplo, número de mesas, metros del local, consumo eléctrico, etc.) que multiplicas por un rendimiento preestablecido. El resultado es tu base imponible estimada, sobre la que aplicas el tipo correspondiente del IRPF. 

No importa si tienes más o menos beneficios reales: tributas según lo que dice el módulo, no lo que ganas de verdad. Por ejemplo, un bar con 10 mesas y 2 empleados paga siempre lo mismo, aunque en un mes facture 5.000 € o 15.000 €.

En estimación directa debes llevar una contabilidad real y ajustada a la normativa, declarar tus ingresos reales y restar los gastos deducibles. El rendimiento neto es lo que obtienes tras restar esos gastos, y sobre él se calcula el IRPF.

Por ejemplo, una peluquería que factura 30.000 € y tiene 10.000 € en gastos deducibles tributa sobre 20.000 €.

Ventajas y desventajas del método de estimación objetiva (módulos)

La estimación objetiva (el régimen de módulos) tiene como ventajas la simplicidad, porque no exige llevar una contabilidad completa, y la seguridad, ya que se conoce de antemano cuánto se va a pagar. Es ideal para negocios estables y con pocos gastos deducibles.

Tiene como desventajas que no se ajusta a la realidad del negocio (se paga lo mismo aunque se gane menos) y puede ser desfavorable si el negocio tiene gastos elevados. Además, no permite aprovechar incentivos fiscales ni amortizaciones.

 

Ventajas y desventajas del método de estimación directa

La estimación directa tiene como ventajas que es más flexible y realista, sobre todo si hay mucha variabilidad en ingresos. Se paga en función de lo que realmente se gana. Además, permite deducir gastos reales y amortizaciones.

Como desventajas, hay una mayor carga administrativa: hay que llevar libros contables, conservar facturas, etc. Por otro lado, hay una mayor probabilidad de inspección si no se hace bien. Y es menos predecible: lo que se paga varía cada trimestre.

¿Qué pasa con el IVA?

El IVA puede tener tratamiento distinto en módulos y en estimación directa. En módulos se suele aplicar el régimen simplificado del IVA, también por estimación, salvo en operaciones con empresas; en estimación directa, el IVA se declara por devengo real, es decir, se paga el IVA cobrado y se deduce el soportado.

Si tienes muchos gastos con IVA, la estimación directa puede ser más favorable, ya que permite recuperar más IVA soportado.

¿Qué me conviene más, la estimación objetiva o la directa?

Depende de tu situación concreta, pero aquí tienes algunas orientaciones que pueden servirte:

  • Si tienes pocos gastos deducibles y una actividad estable o poco variable, los módulos pueden ser beneficiosos.
  • Si tu facturación varía mucho o tienes muchos gastos deducibles, probablemente te compense más la estimación directa.
  • Si prestas servicios principalmente a empresas (con factura), podrías superar fácilmente los límites que te excluyen de módulos.
  • Si estás empezando o tienes ingresos bajos, la estimación directa puede ser más justa, ya que pagarás según lo que realmente ganes.

Antes de tomar una decisión, es importante que analices tu nivel de ingresos y gastos anuales, que estimes la evolución de tu negocio a medio plazo y que consultes con un profesional que evalúe tu caso concreto.

Cambiar de régimen: ¿cuándo y cómo?

Ten en cuenta que el régimen de estimación objetiva (módulos) no es obligatorio si cumples los requisitos. Puedes renunciar voluntariamente al presentar tu declaración censal (modelo 036 o 037) en diciembre del año anterior o al presentar el primer pago fraccionado del ejercicio en abril.

La renuncia obliga a permanecer tres años en estimación directa antes de volver a módulos. Además, si excedes los límites de facturación, quedas excluido automáticamente del régimen de módulos en el siguiente ejercicio.

En Tefico Asesores te ayudamos a calcular la diferencia de tributación entre ambos regímenes, a optimizar tu fiscalidad sin correr riesgos y a presentar los modelos tributarios correctos en cada caso.

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