Las inspecciones de Trabajo son uno de los mecanismos más importantes que tiene la Administración para comprobar que las empresas y autónomos cumplen con la normativa laboral, de Seguridad Social y prevención de riesgos. Para muchos negocios, recibir la visita de un inspector genera incertidumbre y nervios. Sin embargo, estar preparado es la mejor forma de afrontar la situación con tranquilidad y evitar sanciones.
Hoy te contamos qué aspectos suelen revisarse y qué medidas prácticas pueden ayudarte a superar una inspección de Trabajo sin problemas.
¿Qué es una inspección de Trabajo?
Una inspección de Trabajo es una actuación administrativa en la que un inspector o subinspector comprueba el cumplimiento de la legislación laboral. Puede realizarse en la sede de la empresa o en el centro de trabajo.
Puede tratarse de una comprobación rutinaria o estar motivada por la denuncia de un trabajador o una tercera persona, por una campaña específica del Ministerio de Trabajo en determinados sectores (hostelería, comercio, construcción…) o por el cruce de datos con Hacienda o Seguridad Social. La empresa está obligada a colaborar, facilitar la documentación solicitada y permitir el acceso a los inspectores.
Documentación que se suele solicitar en una inspección de Trabajo
Tener la documentación laboral al día es clave para afrontar una inspección sin sobresaltos. Algunos de los documentos más habituales que pueden requerirse son:
- Contratos de trabajo y sus prórrogas
- Recibos de nómina y justificantes de pago
- Justificación del alta y cotización a la Seguridad Social
- Registro de jornada y control horario
- Plan de prevención de riesgos laborales y reconocimientos médicos
- Calendario laboral y vacaciones
- Documentación sobre subcontratas, en caso de haberlas
Disponer de estos documentos ordenados y accesibles demuestra organización y transparencia, lo que reduce el riesgo de recibir sanciones.
Aspectos clave que se revisan en una inspección de Trabajo
Estos son los aspectos de un negocio que más habitualmente se revisan en una inspección de Trabajo:
- Contratación y alta en la Seguridad Social. Se comprueba que todos los trabajadores estén dados de alta antes de empezar a trabajar y que la modalidad de contrato se ajuste a la realidad de la relación laboral.
- Cotizaciones y nóminas. La Inspección revisa si las bases de cotización son correctas y si se cumplen las obligaciones salariales según convenio.
- Jornada laboral. Desde la entrada en vigor del registro de jornada, es obligatorio llevar un control horario fiable. La ausencia de este registro puede implicar sanciones.
- Prevención de riesgos laborales. Toda empresa, incluso las más pequeñas, debe tener evaluados los riesgos de su actividad y adoptar medidas preventivas, incluyendo la formación de los trabajadores.
- Contratación irregular. Se presta especial atención a los falsos autónomos, becarios en fraude de ley o trabajadores sin contrato.
- Igualdad y no discriminación. En determinados supuestos, la Inspección puede requerir planes de igualdad o comprobar si se aplican las medidas de conciliación laboral y familiar.
Sanciones más habituales tras una inspección de Trabajo
Las sanciones derivadas de una inspección de Trabajo pueden ser económicas e incluso derivar en responsabilidades penales en casos graves. Algunas de las causas más comunes son:
- Trabajadores sin alta en la Seguridad Social
- Incumplimientos en el registro de jornada
- Falta de medidas de prevención de riesgos
- Uso fraudulento de contratos temporales o en prácticas
- Retrasos en el pago de salarios o cotizaciones
Las multas varían en función de la gravedad: pueden ir desde los 751 euros en casos leves hasta los 225.018 euros en casos muy graves.
La importancia de contar con una asesoría laboral
Prepararse para una inspección de Trabajo no siempre es sencillo, especialmente para autónomos y pymes con recursos limitados. Contar con el apoyo de una asesoría laboral es la mejor forma de asegurarte de que todo está en regla.
Un equipo especializado puede ayudarte a revisar tu documentación laboral, detectar incumplimientos antes de que lo haga la Inspección, implantar un sistema de prevención de riesgos adaptado a tu negocio y asistirte durante la visita del inspector y en la fase posterior de alegaciones.