Las redes sociales están saturadas de consejos fiscales aparentemente útiles: atajos legales, trucos para pagar menos impuestos, “ventajas” reservadas sólo para autónomos o pequeñas empresas… Muchos de estos mensajes son engaños peligrosos que, lejos de ayudar, pueden acarrear graves problemas con la Agencia Tributaria. A continuación analizamos varios mitos muy extendidos y te explicamos por qué son falsos y qué implicaciones reales pueden tener.
“En 2025 se empieza a aplicar la factura electrónica obligatoria para todos”
En 2025 sí entra en vigor el reglamento Verifactu, que exige a los programas de facturación cumplir ciertos estándares técnicos (como registros inalterables y certificados), pero la ley de factura electrónica obligatoria aún no ha sido aprobada. Cuando finalmente se legisle, la aplicación será escalonada: primero para grandes empresas (ingresos superiores a 8 millones de euros) y, más adelante, para pymes y autónomos (posiblemente con plazos de hasta dos años para adaptarse). Por lo tanto, aún no existe obligación de emitir todas las facturas en formato electrónico.
“Si facturas menos de 85.000 euros al año no tendrás que pagar IVA en 2025”
Este mito se basa en la confusión con el IVA franquiciado, una directiva europea que permite la exención a pequeños negocios. Sin embargo, España aún no ha aprobado esa normativa interna, lo que ha derivado en la apertura de un expediente por parte de la Comisión Europea. Además, Hacienda y ATA ya lo han desmentido categóricamente. En la práctica, todos los autónomos deben seguir declarando y repercutiendo el IVA conforme a las reglas vigentes.
“Crear una LLC en EEUU evita la cuota de autónomos y el IVA en España”
Aunque se ha difundido la idea de que registrar una LLC en Estados Unidos puede eludir los pagos de Seguridad Social en España y el IVA, la Agencia Tributaria lo considera una estrategia de elusión fiscal, sujeta a regulación inmediata. Si el autónomo reside en España, presta servicios aquí o utiliza instalaciones locales, tanto Hacienda como la Seguridad Social exigirán cumplimiento de obligaciones fiscales y de cotización en España.
“Publicar vida de lujo en redes no tiene consecuencias fiscales”
Las redes sociales pueden ser usadas por Hacienda para comparar el nivel de vida mostrado públicamente con los ingresos declarados. Según el Plan de Control Tributario 2025, se priorizarán los ciudadanos cuyo estilo de vida no coincida con lo declarado. Incluso las huellas digitales, como fotos, check-ins, reseñas o menciones, pueden detectarse con IA o herramientas de monitorización online. Por eso existe un «riesgo reputacional y tributario real»: lo que compartes puede evidenciar ingresos no declarados.
“La cotización por ingresos reales exime a los autónomos de declarar”
Desde 2023 funciona un sistema de cotización por ingresos reales y, en 2025, los autónomos deben presentar declaración del IRPF sí o sí, independientemente de sus ingresos. La reforma busca mayor equidad fiscal: bajos ingresos pagan menos, altos pagan más. Pero nadie queda exento de la presentación anual, y se han estrechado los límites de obligación.
“Los ingresos vía Bizum o PayPal no se declaran”
Desde 2025, plataformas de pago deben reportar ciertos movimientos a Hacienda. Además, los pagos recibidos vía Bizum o PayPal por una actividad económica deben declararse como cualquier otro ingreso, aunque se paguen «informalmente”. No te dejes engañar: cualquier ingreso computa, sin importar cómo se reciba.
“Los autónomos con facturación baja no reciben inspecciones fiscales”
Según el Observatorio de Declarando y expertos tributarios, los algoritmos de Hacienda priorizan análisis de incongruencias, no de montos absolutos. Así, un autónomo con ingresos moderados pero estilo de vida elevado o muchas facturas emitidas puede activar una inspección. Las tecnologías de IA permiten detectar patrones no coherentes con lo declarado.
“No pasa nada si utilizas software sin certificación Verifactu”
Desde el 1 de julio de 2025, usar software de facturación sin certificación Verifactu puede conllevar sanciones de hasta 50.000 euros, ya que Hacienda exige registros inalterables y trazabilidad. Si estás usando programas básicos o Excel, debes revisar que estén adaptados o migrar a soluciones homologadas lo antes posible.
“No pasa nada si no presentas declaración porque no obtienes beneficios”
Aunque no se obtengan beneficios, si superas ciertos límites de ingresos o pagadores, la presentación del IRPF es obligatoria. Incluso si el resultado es a devolver, no presentarla implica renunciar a devoluciones y puede generar sanciones por omisión. Además, una declaración, si no es obligatoria, puede salir a devolver y merecer la pena presentarla.
“Los menores o inactivos no tienen obligación fiscal”
Aunque menos frecuentes, los menores de edad o personas en paro pueden estar obligadas a declarar si recibieron ingresos (por ejemplo, alquileres) o tuvieron más de un pagador. Este tipo de mito es especialmente peligroso para hogares y empresas con empleados jóvenes.
Los bulos fiscales circulan rápido en redes, pero pueden tener consecuencias muy serias, como sanciones económicas, recargos, investigaciones fiscales, consecuencias penales… Para evitar problemas, consulta fuentes fiables, y si tienes dudas consulta siempre con una asesoría fiscal especializada.