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La contratación de trabajadores temporales es una práctica habitual entre empresas y autónomos para responder a necesidades específicas y puntuales de mano de obra; y el verano es una de las épocas del año en que podemos necesitarla. Para recurrir a esta modalidad de contratación es conveniente que conozcamos las obligaciones legales y fiscales que conlleva, y para ello te contamos los aspectos que pueden ayudarte a gestionar adecuadamente la contratación de trabajadores temporales.

Tipos de contratos temporales

En España, la legislación laboral establece varios tipos de contratos temporales que se pueden utilizar según las circunstancias específicas:

  • Contrato por obra o servicio determinado. Este contrato se utiliza cuando se necesita realizar un trabajo específico con autonomía propia dentro de la actividad de la empresa. Debe estar claramente definido y no puede tener una duración superior a tres años, aunque puede extenderse a cuatro si lo permite el convenio colectivo.
  • Contrato eventual por circunstancias de la producción. Este tipo de contrato es adecuado para atender necesidades de mano de obra derivadas de circunstancias del mercado, acumulación de tareas o exceso de pedidos. Su duración máxima es de seis meses dentro de un periodo de doce meses, aunque puede ampliarse hasta doce meses dentro de un periodo de dieciocho meses si lo estipula el convenio colectivo.
  • Contrato de interinidad. Se utiliza para sustituir a trabajadores con derecho a reserva del puesto de trabajo, como en casos de baja por maternidad, paternidad, incapacidad temporal o excedencias. Este contrato dura el tiempo que dure la ausencia del trabajador sustituido.

Cómo hacer un contrato temporal

Todos los contratos temporales deben formalizarse por escrito. El contrato debe incluir información detallada sobre:

  • La identificación de las partes (empresa y trabajador)
  • La duración del contrato y la causa que justifica la temporalidad
  • La jornada laboral y su distribución
  • El salario
  • Las funciones y tareas del trabajador

Además, el contrato debe registrarse en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) dentro de los diez días hábiles siguientes a su firma.

Hay que tener en cuenta que los trabajadores temporales tienen los mismos derechos que los trabajadores indefinidos en términos de salario, jornadas laborales, descanso semanal, vacaciones, seguridad y salud en el trabajo. También tienen derecho a recibir una indemnización al finalizar su contrato temporal, equivalente a doce días de salario por año trabajado.

Aspectos fiscales de los contratos temporales

Cotización a la Seguridad Social

La contratación de trabajadores temporales implica la obligación de cotizar a la Seguridad Social. Las empresas y autónomos deben dar de alta al trabajador en el Régimen General de la Seguridad Social antes de que comience a prestar servicios. Las cotizaciones incluyen las aportaciones por contingencias comunes, contingencias profesionales, desempleo, formación profesional y Fondo de Garantía Salarial (FOGASA).

 

Retenciones del IRPF

El salario del trabajador temporal está sujeto a retención del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). La empresa o autónomo debe aplicar la retención correspondiente y abonarla a la Agencia Tributaria. La retención se calcula según la normativa vigente y puede variar en función de las circunstancias personales y familiares del trabajador.

 

Declaraciones y pagos

Las empresas y autónomos están obligados a presentar mensualmente los modelos 111 y 190, en los que se declaran y pagan las retenciones del IRPF practicadas a los trabajadores. También deben presentar el modelo TC2 para las cotizaciones a la Seguridad Social.

 

Deducciones y bonificaciones

En algunos casos, la contratación de trabajadores temporales puede dar derecho a deducciones y bonificaciones en las cotizaciones a la Seguridad Social. Por ejemplo, existen incentivos para la contratación de jóvenes, personas mayores de 45 años y personas con discapacidad. Es importante consultar la normativa vigente y las posibles bonificaciones aplicables a cada caso específico, o solicitar ayuda a una asesoría laboral.

  

Recomendaciones para la contratación temporal

  • Planifica las necesidades. Antes de proceder a la contratación temporal es fundamental realizar una planificación detallada de las necesidades de la empresa o del negocio. Identifique claramente las tareas y funciones que se deben cubrir temporalmente, así como el periodo estimado de duración.
  • Selecciona correctamente al personal. El proceso de selección debe ser riguroso para asegurar que el trabajador temporal tenga las habilidades y competencias necesarias. Realice entrevistas, revise referencias y considere la experiencia previa del candidato en puestos similares.
  • Cumple con la legalidad. Asegúrate de cumplir con todas las obligaciones legales y fiscales. Mantén al día la documentación requerida y realiza los trámites necesarios dentro de los plazos establecidos. La falta de cumplimiento puede resultar en sanciones y multas. En este sentido puede ser útil solicitar ayuda a una asesoría de empresas para la contratación temporal.
  • Evalúa el desempeño. Durante el periodo de contratación temporal, realiza un seguimiento del desempeño del trabajador y de la evolución de las necesidades de la empresa. Esto permitirá realizar ajustes si es necesario y asegurarse de que se están cumpliendo los objetivos.