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Como cada año hasta el próximo 2027, a partir del 1 de enero vuelven a aumentar la edad de jubilación y el tiempo necesario cotizado para acceder a la jubilación completa: durante 2022, la edad ordinaria de jubilación sube hasta los 66 años y dos meses, y la cotización exigida a los trabajadores que no alcancen esa edad aumenta hasta los 37 años y seis meses para poder cobrar el 100% de la pensión sin penalizaciones.

Es decir, en 2022, aquellos trabajadores que hayan cotizado menos 37 años y seis meses podrán percibir la jubilación completa si han cumplido los 66 años y dos meses, mientras que aquellos que sí hayan alcanzado esa cotización mínima podrán acceder a la jubilación sin penalizaciones a los 65 años.

El aumento de la edad mínima de jubilación se aplica de forma progresiva cada año desde la reforma de las pensiones de 2011, y se seguirá prolongando hasta 2027, cuando la edad ordinaria de jubilación quedará fijada en los 67 años y la cotización mínima para quienes no alcancen esa edad en los 38 años y seis meses.

 

Bonificaciones, penalizaciones y base reguladora

Además del retraso en la edad mínima de jubilación, en 2022 comenzarán a aplicarse algunos cambios aprobados este año, como la forma de calcular la base reguladora, las penalizaciones por jubilación anticipada, las bonificaciones para quienes se jubilen más tarde y la revalorización de las pensiones conforme al IPC.

Para calcular la base reguladora de quienes accedan a la jubilación en 2022 se tomarán las bases de cotización de los últimos 25 años, frente a los 24 que se emplean en 2021, y aumenta de 336 a 350 el divisor que se utiliza para calcularla.

Por otro lado, en 2022 se aplicarán nuevas penalizaciones para quienes se jubilen de forma anticipada, mediante nuevos coeficientes reductores que perjudicarán especialmente a quienes se jubilen 24 o 23 meses antes de alcanzar la edad ordinaria, y a quienes lo hagan tres meses, dos meses y un mes antes, con el fin de desmotivar a quienes están más cerca de llegar a la edad ordinaria de jubilación y a quienes están más lejos de ella.

Junto a las penalizaciones, entran también en aplicación bonificaciones para quienes retrasen su edad de jubilación más allá de la edad ordinaria, que consistirán en un 4% de la base reguladora por cada año extra trabajado o en un único pago de hasta 11.000 euros.

Además, desde 2022 la revalorización anual de las pensiones comenzará a calcularse en función del Índice de Precios al Consumo (IPC). En caso de que el IPC sea negativo, la cuantía de la pensión se mantendrá igual.