En 2025, la prevención de riesgos laborales en España ha incorporado protocolos más exigentes para el teletrabajo y se han reforzado las herramientas de protección frente a riesgos psicosociales y salud mental. Estas novedades están reflejadas tanto en la actualización de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales como en las nuevas directrices del Ministerio de Trabajo y del INSST, que ahora exigen una protección más sólida del personal, especialmente en entornos digitales y remotos.
La Ley 31/1995, revisada recientemente, ya contempla los riesgos derivados del estrés, el burnout y otras patologías laborales asociadas a la presión psicológica. A partir de este año, toda empresa que permita trabajo a distancia debe realizar evaluaciones específicas que incluyan sedestación prolongada, aislamiento, autonomía, comunicación y factores ambientales del domicilio del teletrabajador. Se reconoce la necesidad de adaptar la prevención al entorno remoto, sin sacrificar el derecho a la salud laboral.
Actualización de la Ley del Teletrabajo y nuevas obligaciones
El teletrabajo, que se encuentra regulado por la Ley 10/2021, que exige acuerdos formales por escrito entre empresa y trabajador, compensación de gastos, dotación de medios y protección de datos, ha añadido este año la obligación explícita de contar con protocolos de prevención específicos para teletrabajo, lo que supone un reto para pymes y empresas que aún no han adaptado sus prácticas.
Derecho a la desconexión digital y sanciones
Uno de los pilares esenciales de los nuevos protocolos es el derecho a la desconexión digital. Ya reconocido por ley, su incumplimiento puede derivar en sanciones de hasta 7.500 €, especialmente si la empresa no ha negociado políticas internas con representación laboral. No basta con mencionarlo; es necesario implementar protocolos concretos, formar a líderes y garantizar descansos reales. Esto refuerza las medidas preventivas frente al riesgo de hiperconectividad, ansiedad derivada del exceso de trabajo y fatiga digital.
Salud mental y reconocimiento del burnout
Además, el Ministerio de Trabajo ha presentado una propuesta de reforma del Estatuto de los Trabajadores que obliga a las compañías a actuar frente al burnout, incluyendo vigilancia de la salud mental y medidas de apoyo para quienes presenten signos de agotamiento emocional. Se trata de reconocer oficialmente el enfoque de salud mental como parte integral de la prevención laboral.
Vigilancia periódica y ergonomía en el trabajo remoto
Los protocolos de salud laboral ahora exigen la vigilancia periódica de la salud para empleados en remoto, procurando evaluación sobre signos de estrés o aislamiento, y marcando pautas para pausas activas y ergonomía. El Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST) advierte que estas prácticas deben ser parte de la evaluación de riesgos y revisarse cuando las condiciones laborales cambien.
La psicosociología laboral en la estrategia preventiva
La psicosociología laboral, disciplina que analiza los entornos, relación entre compañeros y contenido de trabajo, se convierte en parte de la estrategia preventiva. El objetivo es detectar y atajar factores de insatisfacción o desgaste psicológico antes de que impacten en salud y clima laboral. Esto supone implicar a los trabajadores en las evaluaciones, fomentar su participación activa y mejorar procesos organizativos.
Cómo deben actuar autónomos, pymes y empresas
¿Cómo deben actuar autónomos, pymes y empresas ante estos cambios en la prevención de riesgos laborales? Aquí van algunas recomendaciones:
- Primero, actualizar laevaluación de riesgos para incluir puestos de teletrabajo, identificando riesgos ergonómicos, falta de comunicación o aislamiento. Debe realizarse por recursos preventivos (internos o externos) y contar con participación de los propios trabajadores.
- En segundo lugar, las organizaciones deben diseñar un Plan de Prevenciónespecífico que contemple medidas tecnológicas, pausas activas, espacios seguros de comunicación y protocolos para detectar situaciones de estrés o fatiga mental. Es fundamental que todo esto no quede en un documento, sino que se establezca cultura preventiva y formación continua.
- En tercer lugar, debe implementarse una política interna de desconexión digital: definir franjas horarias libres de mensajes o llamadas, excepciones justificadas, inclusión en convenios o acuerdos de empresa y mecanismos de control (avisos automáticos, firmas electrónicas, recordatorios). Esto ayuda a prevenir riesgos psicosociales y mejora la percepción de bienestar entre los empleados.
- Además, es recomendable ofertar formación específica en salud mentaly gestión del estrés, dirigida tanto a responsables como a equipos. Esta formación refuerza el compromiso colectivo con la prevención y promueve un entorno laboral más resiliente.
Consecuencias del incumplimiento
En cuanto a las sanciones, incumplir estos protocolos puede derivar en inspecciones de Trabajo y multaspor vulneración de derechos laborales, especialmente en relación al burnout o desconexión digital. Empresas que no actualicen sus políticas o no documenten prácticas preventivas quedan expuestas legalmente.
Desde nuestra asesoría fiscal, laboral y jurídica te ayudamos a revisar los acuerdos de teletrabajo, evaluar los riesgos psicosociales, formalizar políticas internas y formar a la plantilla, así como a asegurar el cumplimiento de la desconexión digital y adaptar la prevención al entorno remoto.