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El pasado verano fue el más caluroso en España desde que existen datos de la Agencia Estatal de Meteorología, y el de 2023 promete batir nuevos récords, según las previsiones de los especialistas. Este verano las empresas y autónomos deberán aplicar medidas de prevención en caso de temperaturas extremas para garantizar la seguridad de sus empleados, que pueden llegar a incluir la modificación de las jornadas de trabajo o la reducción de su duración.

El Gobierno aprobó en el mes de mayo el Real Decreto-ley 4/2023, de 11 de mayo, en el que se incluyen medidas de Protección de Riesgos Laborales ante las altísimas temperaturas que se vienen registrando los últimos años, que en 2022 ya causaron varios fallecimientos por golpes de calor, como el de un trabajador de la limpieza viaria en Vallecas y otro trabajador del campo en Murcia. En total, la estimación es que el pasado año fallecieron en España 4.800 personas a causa de las temperaturas extremas.

La norma modifica el Real Decreto 486/1997, de 14 de abril, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo, e incluye la obligación de que la evaluación de riesgos laborales tenga en consideración los fenómenos meteorológicos adversos, incluidas las altas temperaturas. Para realizar esta evaluación habrá que tener en cuenta las características de las tareas que se desarrollan en cada puesto de trabajo, las características personales y las condiciones biológicas que se conocen de cada empleado.

Las medidas preventivas podrán incluir la prohibición de desarrollar determinadas tareas durante las horas del día en las que concurran fenómenos meteorológicos adversos, incluidas altas temperaturas, en aquellos casos en que no pueda garantizarse de otro modo la protección de la persona trabajadora.

Además, en caso de que la Agencia Estatal de Meteorología o el órgano autónomo correspondiente dé aviso de alerta naranja o roja, si las medidas preventivas no fueran suficientes para salvaguardar la salud de los trabajadores, el empleador deberá obligatoriamente adaptar las condiciones de trabajo, con medidas que pueden incluir la modificación de las horas en que se desarrolla la jornada laboral o su reducción.

Estas medidas son de obligatorio cumplimiento en todos los centros de trabajo, lo que incluye también, los medios de transporte, las obras de construcción, los campos de cultivo o las industrias de extracción, por poner varios ejemplos.