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¿Eres autónomo societario y percibes rendimientos de su sociedad? Si es así, necesitarás entender cómo tributan estos beneficios, las retenciones aplicables y las deducciones posibles. En este artículo te explicaremos las claves de la fiscalidad de los dividendos, un tema clave para gestionarlos correctamente y evitar errores que puedan resultar en sanciones por parte de la Agencia Tributaria.

¿Qué son los dividendos y quiénes son los autónomos societarios?

Los dividendos son las ganancias distribuidas por una sociedad a sus socios o accionistas como retribución por su participación en el capital social. En el caso de los autónomos societarios, estos profesionales son aquellos que, además de ser socios de una sociedad (generalmente una S.L.), realizan funciones de dirección, administración o actividades laborales para dicha entidad.

La percepción de dividendos es común entre autónomos societarios como forma de obtener rentabilidad adicional, además de un salario regular, y requiere una planificación fiscal adecuada.

¿Cómo tributan los dividendos?

Los dividendos que reciben los autónomos societarios tienen una fiscalidad específica que se regula en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Los dividendos tributan como rendimientos del capital mobiliario en la base imponible del ahorro del IRPF. Esto significa que están sujetos a una escala de gravamen progresiva:

  • 19% para los primeros 6.000 euros
  • 21% para la cantidad entre 6.000 y 50.000 euros
  • 23% para la cantidad entre 50.000 y 200.000 euros
  • 26% para los dividendos superiores a 200.000 euros

La sociedad que distribuye los dividendos debe aplicar una retención del 19% en el momento del pago. Esta retención se considera un pago a cuenta del IRPF que el autónomo societario declarará en su liquidación anual.

Una de las preocupaciones más comunes es la doble imposición de los dividendos, ya que la sociedad ya ha pagado el Impuesto de Sociedades sobre los beneficios obtenidos. Para mitigar este efecto, existen deducciones por doble imposición en la declaración del IRPF.

La decisión de repartir dividendos debe aprobarse en junta general de socios. La sociedad debe declarar y practicar la retención del 19% en el modelo 123, y entregar al autónomo societario un certificado acreditativo de las retenciones practicadas.

Es importante diferenciar entre el salario que percibe un autónomo societario y los dividendos. El salario tributa como rendimiento del trabajo y está sujeto a retenciones de IRPF según las tablas salariales. Además, implica cotización a la Seguridad Social. Los dividendos, en cambio, no están sujetos a cotización, pero sí a retenciones del 19% y tributan en la base del ahorro.

 

¿Cómo se calcula la retención de los dividendos?

El cálculo es sencillo. La sociedad retiene el 19% del importe bruto de los dividendos distribuidos. Por ejemplo, si recibes 10.000 euros en dividendos, la sociedad retendrá 1.900 euros. En tu declaración del IRPF, declararás los 10.000 euros como rendimiento del capital mobiliario, pero ya habrás anticipado 1.900 euros como retención.

Planificación fiscal: cómo optimizar los dividendos

Para reducir la carga fiscal asociada a los dividendos, los autónomos societarios pueden aplicar algunas estrategias:

  • Distribución escalonada. Si prevés grandes beneficios, distribuye los dividendos en varios años para aprovechar los tramos más bajos del IRPF.
  • Reinvertir en la sociedad. En lugar de repartir todos los beneficios, puedes reinvertir una parte en la empresa para su crecimiento y evitar la tributación inmediata.
  • Compensación de pérdidas patrimoniales. Si tienes pérdidas de inversiones o patrimoniales, puedes compensarlas con los rendimientos del capital mobiliario, incluidos los dividendos.

Aspectos a tener en cuenta para evitar problemas fiscales

Para evitar errores y sanciones por parte de la Agencia Tributaria, ten en cuenta lo siguiente:

  • Declara correctamente los dividendos recibidos en tu IRPF
  • Verifica que la sociedad haya aplicado la retención correspondiente del 19%
  • Guarda la documentación de los acuerdos de reparto y los certificados de retenciones
  • Asegúrate de cumplir con los requisitos para aplicar la deducción por doble imposición, si procede

 

La fiscalidad de los dividendos es un aspecto clave para los autónomos societarios, ya que afecta directamente a la rentabilidad de su participación en la sociedad. Una correcta planificación fiscal y el cumplimiento de las obligaciones tributarias permiten optimizar la carga fiscal y evitar problemas con Hacienda.

Si tienes dudas sobre cómo declarar tus dividendos o necesitas asesoramiento para planificar su reparto, contar con el apoyo de una asesoría fiscal es la mejor opción para garantizar el cumplimiento legal y la optimización de tu situación fiscal.