Skip to main content

Desde que la pandemia nos obligó a dar el salto a la digitalización, los contratos digitales han ganado popularidad, y son cada vez más utilizados debido a su practicidad. Sin embargo, muchas empresas y autónomos aún tienen dudas sobre su validez legal y sobre algunas cuestiones técnicas. Te explicamos los aspectos legales de los contratos digitales y cómo utilizarlos de manera segura y efectiva.

Un contrato digital es un acuerdo entre dos o más partes que se formaliza de manera electrónica, ya sea mediante un archivo PDF, una plataforma en línea o un sistema de gestión documental. Este tipo de contrato tiene la misma validez legal que un contrato firmado en papel, siempre que cumpla con ciertos requisitos legales.

Los contratos digitales pueden abarcar desde acuerdos comerciales hasta contratos laborales, arrendamientos, licencias y otros tipos de acuerdos.

Marco legal de los contratos digitales en España

En España, la legalidad de los contratos digitales está regulada principalmente por: 

  • El Código Civil y el Código de Comercio. Ambos establecen que un contrato es válido si hay consentimiento mutuo, objeto del contrato y causa lícita, independientemente del formato.
  • Ley 34/2002, de Servicios de la Sociedad de la Información y del Comercio Electrónico (LSSI-CE). Regula las transacciones electrónicas, incluidos los contratos digitales.
  • Reglamento eIDAS (Reglamento (UE) n.º 910/2014): Este reglamento europeo establece los estándares para la identificación electrónica y las firmas digitales, garantizando su validez en todos los Estados miembros de la Unión Europea.
  • Ley 6/2020, de Regulación de Determinados Aspectos de los Servicios Electrónicos de Confianza. Adapta el reglamento eIDAS al marco legal español y regula el uso de servicios como la firma electrónica y los sellos de tiempo.

Requisitos para que un contrato digital sea válido

Para que un contrato digital tenga validez legal debe cumplir con los mismos requisitos que cualquier otro contrato, que son:

  • Consentimiento de las partes. Todas las partes deben aceptar libremente los términos del contrato.
  • Objeto del contrato. Debe existir un objeto lícito y posible, ya sea un servicio, producto o cualquier otra prestación.
  • Capacidad legal. Las partes involucradas deben tener capacidad legal para contratar.
  • Forma adecuada. Aunque en la mayoría de los casos no se exige un formato específico, en algunos contratos (como compraventas inmobiliarias) se requiere una forma escrita y registrada.

En el caso de los contratos digitales es necesario que se pueda garantizar la identidad de las partes y la integridad del contenido firmado.

La firma electrónica en los contratos digitales

La firma electrónica es el elemento imprescindible para validar un contrato digital. En España y en la Unión Europea existen tres tipos de firmas electrónicas reconocidas por el reglamento eIDAS.

La firma electrónica simple es la más básica y puede incluir métodos como marcar una casilla de aceptación en un formulario web o adjuntar una imagen de una firma manuscrita. Aunque es válida, no siempre ofrece un alto nivel de seguridad.

La firma electrónica avanzada garantiza la identidad del firmante mediante métodos más seguros, como certificados digitales o contraseñas únicas (OTP). Este tipo de firma asegura la integridad del documento y es ampliamente utilizada en contratos empresariales.

Por su parte, la firma electrónica cualificada es la más segura y tiene la misma validez que una firma manuscrita. Requiere un certificado digital emitido por un prestador de servicios de confianza y dispositivos específicos, como tarjetas criptográficas.

Retos legales de los contratos digitales

Aunque los contratos digitales son una herramienta poderosa, también presentan ciertos desafíos legales:

 

Autenticidad de la firma

Es esencial garantizar que la firma pertenece realmente a la persona indicada. Para ello, se recomienda utilizar firmas electrónicas avanzadas o cualificadas, que incluyen certificados digitales.

 

Integridad del contenido

El contenido del contrato no debe ser alterado después de su firma. Esto se logra mediante sellos de tiempo y sistemas de cifrado.

 

Conservación y acceso

Los contratos digitales deben almacenarse de manera segura y estar disponibles en caso de auditorías o conflictos legales. Las plataformas de gestión documental en la nube son una solución eficaz.

 

Reconocimiento internacional

Si el contrato involucra a partes de diferentes países, es importante verificar si las leyes locales reconocen la validez de los contratos digitales y las firmas electrónicas utilizadas.

Consejos para utilizar contratos digitales en tu negocio

Si estás considerando incorporar contratos digitales en tu empresa, ten en cuenta los siguientes consejos:

  • Elige una plataforma de confianza. Utiliza servicios reconocidos que ofrezcan herramientas de firma electrónica segura, como DocuSign, Adobe Sign o Signaturit.
  • Consulta a una asesoría legal. Antes de implementar contratos digitales, consulta con una asesoría legal para garantizar el cumplimiento de la normativa aplicable.
  • Forma a tu equipo. Capacita a tus empleados en el uso de plataformas digitales y la gestión de contratos electrónicos.
  • Realiza auditorías periódicas. Asegúrate de que los procesos de firma digital cumplan con los estándares legales y las mejores prácticas.

Los contratos digitales pueden ser una solución eficiente y segura para tu negocio. Para aprovechar al máximo esta herramienta es fundamental contar con el asesoramiento adecuado. Si necesitas ayuda para implementar contratos digitales en tu negocio o resolver dudas legales, no dudes en contactar con nuestra asesoría jurídica.