Los permisos por fallecimiento de un familiar o por cuidado de un ser querido son derechos esenciales que buscan garantizar la conciliación entre la vida personal y profesional. Autónomos, pymes y grandes empresas deben conocer y gestionar adecuadamente estos permisos. En este contenido te detallamos los aspectos legales, las condiciones de aplicación y los pasos para gestionar estos permisos.
La regulación de los permisos laborales en España se encuentra recogida en el Estatuto de los Trabajadores (ET), concretamente en su artículo 37. Este establece que los empleados tienen derecho a ausentarse del trabajo con derecho a remuneración en casos específicos, entre ellos por fallecimiento de un familiar, por hospitalización o enfermedad grave de un familiar y por cuidado de familiares dependientes. Además, los convenios colectivos pueden ampliar o detallar estas disposiciones, por lo que es fundamental revisar el convenio aplicable a cada sector o empresa.
Permiso por fallecimiento de un familiar
El Estatuto de los Trabajadores establece que los empleados tienen derecho a un permiso retribuido de dos días naturales en caso de fallecimiento de un familiar de hasta segundo grado de consanguinidad o afinidad. Este plazo puede ampliarse a cuatro días naturales si el trabajador necesita desplazarse.
Este permiso incluye, como familiares de primer grado, a padres, hijos, suegros y yernos o nueras; y, de segundo grado, a abuelos, hermanos, nietos y cuñados. Los días de permiso comienzan a contar desde el momento en que ocurre el fallecimiento, y el trabajador deberá comunicar la situación a la empresa lo antes posible.
Permiso por cuidado de familiares
El permiso por cuidado de familiares está regulado para garantizar que los empleados puedan atender situaciones de dependencia o enfermedad grave de sus seres queridos. Este permiso no está expresamente regulado como un derecho retribuido en el Estatuto de los Trabajadores, pero los convenios colectivos pueden incluirlo con condiciones específicas.
Normalmente, se aplica a familiares hasta el segundo grado de consanguinidad o afinidad. Algunas empresas permiten jornadas reducidas o ajustes temporales en los horarios laborales. Adicionalmente, la Ley de Igualdad y la normativa sobre dependencia ofrecen mecanismos para solicitar excedencias o reducciones de jornada para atender estas situaciones.
Gestión de los permisos
Es recomendable que las empresas cuenten con un protocolo claro para gestionar las solicitudes de permiso. Este debe incluir procedimientos para que los empleados comuniquen la situación y la documentación requerida (por ejemplo, certificados médicos o de defunción). Es necesario, además, revisar el convenio colectivo del sector,
ya que cada sector tiene particularidades que pueden afectar los permisos. Por ejemplo, algunos convenios amplían los días retribuidos o incluyen familiares adicionales.
En ocasiones pueden surgir discrepancias entre el empleado y la empresa respecto al derecho o la duración de un permiso. En estos casos habrá que revisar el convenio colectivo y es recomendable también consultar con un asesoría laboral. Si persiste el conflicto, los empleados pueden presentar una reclamación formal ante la Inspección de Trabajo.
Ayudas para autónomos
Aunque los autónomos no cuentan con permisos laborales como los trabajadores por cuenta ajena, pueden acogerse a ayudas o bonificaciones en ciertas circunstancias. Por ejemplo:
- Cese temporal de actividad. En casos de fuerza mayor, los autónomos pueden solicitar la prestación por cese de actividad.
- Ayudas por dependencia. Si el cuidado familiar implica una situación de dependencia, existen ayudas específicas gestionadas por las comunidades autónomas.