La auditoría fiscal es el mecanismo que tienen las autoridades para revisar las cuentas y registros de una empresa u otro tipo de entidad para verificar que se ha cumplido la normativa fiscal. Puede parecer un proceso complejo, pero contar con información sobre los pasos a seguir y prepararse antes para ella puede simplificar mucho este trámite.
Una auditoría fiscal es un proceso de revisión exhaustivo realizado por las autoridades tributarias o por auditores externos con el objetivo de evaluar la exactitud y legalidad de los registros financieros y tributarios de una empresa. Estas auditorías pueden ser obligatorias, cuando son impuestas porque la empresa cumple ciertos criterios, o voluntarias, cuando se realizan por iniciativa de la propia empresa para garantizar el cumplimiento fiscal y prevenir problemas futuros.
¿Cuándo son obligatorias las auditorías fiscales?
Las auditorías fiscales obligatorias están reguladas en España por la Ley de Sociedades de Capital y otras normativas específicas. Generalmente, una empresa debe someterse a auditorías en los siguientes casos:
- Cuando su facturación anual supera los 5,7 millones de euros
- Si tiene más de 50 trabajadores en plantilla
- Cuando sus activos totales superan los 2,85 millones de euros al cierre del ejercicio
- Si la empresa se enmarca en algunos sectores específicos, como sucede con algunas industrias, la banca, las aseguradoras o las empresas cotizadas
- Si la empresa ha recibido subvenciones o licitaciones por encima de ciertos límites
Cómo prepararse para una auditoría fiscal
Estos son algunos consejos para prepararse con éxito ante una auditoría fiscal:
- Revisar y organizar la documentación. Antes de la auditoría hay que asegurarse de que disponemos de toda la documentación necesaria y de que esta está organizada: facturas, tanto emitidas como recibidas; declaraciones tributarias (IVA, IRPF, Impuesto de Sociedades…); contratos, tanto laborales como comerciales o de prestación de servicios, y registros contables (libros mayores, balances y cuentas de resultados).
- Realizar una auditoría interna previa, que puede servir para identificar posibles errores o incumplimientos, y así evitar sanciones.
- Comunicación con el auditor
- Mantener una comunicación abierta y transparente con los auditores para facilitarle el acceso a la información necesaria.
- Buscar asesoramiento profesional. Contar con el apoyo de una asesoría fiscal garantiza que el proceso sea más ágil y que se cumplan todos los requisitos legales.
Prepararse adecuadamente para una auditoría fiscal y contar con el apoyo de profesionales especializados es fundamental para convertir este proceso en una oportunidad de mejora y no en un motivo de preocupación.
En un entorno legal y fiscal en constante evolución, estar al día con las normativas y gestionar proactivamente las obligaciones fiscales puede marcar la diferencia entre una empresa bien gestionada y una expuesta a riesgos innecesarios. ¿Estás preparado para tu próxima auditoría fiscal?