Poner en marcha un plan de formación para empleados puede ser una interesante iniciativa para mejorar la competitividad, el rendimiento y la satisfacción de tu plantilla. Además, en España las empresas y autónomos pueden beneficiarse de bonificaciones y ayudas para formación a través de la Fundación Estatal para la Formación en el Empleo (FUNDAE), lo que permite financiar parcialmente o completamente la capacitación del personal. Te explicamos cómo diseñar y poner en funcionamiento un plan de formación efectivo y aprovechar las bonificaciones disponibles.
¿Por qué es importante un plan de formación?
El desarrollo continuo de los empleados no solo aumenta sus habilidades y conocimientos, sino que también fortalece su compromiso y motivación. Un equipo que se siente respaldado en su crecimiento personal y profesional tiende a ser más productivo y leal a la empresa. Además, una formación adecuada mejora la capacidad de la organización para adaptarse a cambios del mercado, nuevas tecnologías y normativas en constante evolución.
Para autónomos y pequeñas empresas, capacitar a los empleados puede ser una inversión crucial para competir con empresas más grandes, que suelen tener más recursos para atraer y retener talento.
Pasos para implementar un plan de formación
A la hora de desarrollar un plan de formación para empleados es importante seguir ciertos pasos que garanticen que la formación sea relevante, eficaz y aprovechable a largo plazo:
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Analizar las necesidades
El primer paso es identificar las áreas de mejora en el equipo y las necesidades formativas. Esto se puede hacer a través de encuestas, evaluaciones del desempeño y reuniones con los responsables de cada departamento. Las preguntas clave a resolver son: ¿Qué conocimientos o habilidades faltan en el equipo? ¿Qué áreas pueden mejorarse para aumentar la productividad o adaptarse a los cambios en el sector?
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Definir los objetivos de la formación
Una vez identificadas las necesidades, se deben establecer objetivos claros para la formación. Estos objetivos deben estar alineados con las metas generales de la empresa y ser específicos, medibles y alcanzables. Por ejemplo, mejorar las habilidades tecnológicas del equipo, preparar a los empleados para la gestión de nuevos proyectos o introducir conocimientos sobre nuevas normativas sectoriales.
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Diseño del plan de formación
El diseño del plan de formación implica seleccionar el contenido, los métodos de enseñanza y los formatos de capacitación que mejor se adapten a las necesidades de los empleados. Existen diferentes modalidades de formación, como:
- Cursos presenciales: Una opción tradicional que permite una interacción directa entre el formador y los empleados.
- Cursos online: Ofrecen mayor flexibilidad y permiten que los empleados se formen a su propio ritmo.
- Talleres prácticos: Enfocados en mejorar habilidades específicas a través de la práctica.
- Formación interna: Los empleados con más experiencia o conocimientos pueden impartir formación a sus compañeros, lo que también refuerza el trabajo en equipo.
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Elección de proveedores de formación
Es crucial seleccionar proveedores de formación acreditados y con experiencia. Los cursos deben estar adaptados a las necesidades del equipo y cumplir con los requisitos legales para poder beneficiarse de las bonificaciones. FUNDAE cuenta con una lista de proveedores acreditados, lo que facilita la elección de la formación adecuada.
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Planificación y ejecución
La formación debe planificarse cuidadosamente para no interrumpir la actividad diaria de la empresa. Definir los horarios, la duración de los cursos y coordinar con los empleados es esencial para asegurar que el plan de formación se desarrolle sin problemas.
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Evaluación de resultados
Es importante evaluar la efectividad del plan de formación una vez puesto en marcha. Esto puede incluir encuestas de satisfacción entre los empleados, la comparación de su rendimiento antes y después de la formación, y el análisis del impacto en la productividad y el ambiente laboral.
¿Cómo aprovechar las bonificaciones para formación?
En España las empresas pueden beneficiarse de las bonificaciones en las cotizaciones de la Seguridad Social a través de FUNDAE. Estas bonificaciones permiten a las empresas financiar parcial o completamente la formación de sus empleados. El importe de la bonificación depende del tamaño de la empresa y del crédito formativo disponible.
Las empresas disponen de un crédito anual para formación, que se calcula en función de las cotizaciones realizadas a la Seguridad Social en el año anterior. Para aprovechar estas bonificaciones, es necesario seguir estos pasos:
- Inscripción en FUNDAE: La empresa debe estar registrada en la plataforma de FUNDAE, donde podrá gestionar todo el proceso de formación y bonificaciones.
- Elegir un proveedor acreditado: Es fundamental seleccionar proveedores de formación acreditados por FUNDAE para que el curso sea bonificable.
- Comunicación de la formación: La empresa debe comunicar a FUNDAE, con al menos 7 días de antelación, el inicio de la formación. Esta comunicación se realiza a través de la plataforma telemática de la fundación.
- Ejecución de la formación: La formación debe llevarse a cabo según lo planificado, asegurándose de que se cumplen los requisitos legales y que los empleados completan el curso.
- Aplicación de la bonificación: Una vez finalizada la formación, la empresa puede aplicar la bonificación correspondiente en las cotizaciones a la Seguridad Social.
El crédito formativo varía en función del tamaño de la empresa:
- Empresas de 1 a 9 empleados: Reciben un crédito mínimo de 420 euros anuales para formación.
- Empresas de 10 a 49 empleados: Disponen de un crédito equivalente al 75% de sus cotizaciones.
- Empresas de 50 a 249 empleados: Tienen un crédito equivalente al 60% de sus cotizaciones.
- Empresas de más de 250 empleados: Disponen del 50% de sus cotizaciones.
Es importante tener en cuenta que, si no se utiliza el crédito formativo en el año correspondiente, no se acumula para el siguiente.
Las bonificaciones por formación son compatibles con otros incentivos o ayudas. Esto significa que las empresas pueden combinar estas bonificaciones con otros programas de apoyo, como subvenciones para la contratación o la reducción de cuotas a la Seguridad Social.
Beneficios de aprovechar las bonificaciones para la formación
Implementar un plan de formación y aprovechar las bonificaciones disponibles ofrece múltiples ventajas para las empresas y autónomos, entre ellas:
- Reducción de costes: Las bonificaciones permiten reducir el coste total de la formación, haciendo que sea accesible incluso para pequeñas empresas y autónomos con presupuestos limitados.
- Mejora de la competitividad: Al capacitar a los empleados, las empresas pueden mantenerse actualizadas en cuanto a nuevas tecnologías, normativas y tendencias del mercado, mejorando su competitividad.
- Fidelización de los empleados: La formación continua es vista por los empleados como una inversión en su desarrollo personal y profesional, lo que refuerza su lealtad a la empresa.
Poner en marcha un plan de formación para empleados y aprovechar las bonificaciones disponibles puede marcar una gran diferencia en el crecimiento y la sostenibilidad de una empresa. No solo mejora las habilidades y el rendimiento del equipo, sino que también permite ahorrar costes y mantenerse competitivo en el mercado.