Skip to main content

La plataforma bancaria Bizum se ha convertido en un método de pago cada vez más habitual, también entre autónomos y empresas. Además de a rápida transferencia de dinero entre particulares, esta herramienta permite también a los autónomos cobrar por servicios profesionales e incluso se emplea ya como método de pago en el comercio online. Recibir pagos a través de Bizum si eres autónomo no está fuera de la legalidad, siempre que se declaren los ingresos obtenidos por esta vía.

La vigilancia de los movimientos bancarios por parte de Hacienda es cada vez más exhaustiva: las entidades bancarias tienen la obligación de informar a Hacienda de las transferencias, ingresos o retiradas de dinero que exceden un importe o se realizan de forma repetitiva, ya que pueden ser un indicio de fraude fiscal y blanqueo de capitales, por lo que cada vez es mayor el riesgo de ser objeto de una inspección por parte de la Agencia Tributaria.

Utilizar Bizum como método de pago para autónomos es tan legal como hacerlo por tarjeta de crédito o transferencia, pero por descontado no exime de las obligaciones tributarias y contables de los autónomos y empresas, como lo son emitir facturas en los casos en los que se tiene obligación de hacerlo y declarar el IVA o el IRPF.

 

Cómo recibir pagos a través de Bizum si eres autónomo

Aunque Bizum establece para los particulares ciertos límites en el número y cantidad de pagos que se pueden recibir tanto diaria como mensualmente, utilizar Bizum como autónomo o empresa no está condicionado a estas limitaciones.

Para ello será necesario tener contratada con el banco la opción de comercio electrónico, que permite hacer uso de una TPV virtual, como sucede con las tiendas online. La propia plataforma indica que para recibir pagos de clientes a través de Bizum “el autónomo deberá ponerse en contacto con su banco para la contratación de este servicio».

En cualquier caso, si también se utiliza la plataforma a nivel particular es importante que Hacienda pueda diferenciar qué operaciones responden a la actividad profesional y cuáles no, por lo que es recomendable utilizar cuentas distintas para cada uso. Esto es especialmente importante en el caso de los autónomos individuales, que en ocasiones utilizan na misma cuenta bancaria para los fines, ya que no tienen la obligación de contar con una cuenta específica, como sí sucede con las empresas.

De este modo, en caso de que la Agencia Tributaria realice una comprobación no habrá dudas de qué pagos recibidos son ingresos obtenidos en el negocio.