La inteligencia artificial (IA) se ha convertido en una herramienta clave para el desarrollo de empresas, desde pequeñas y medianas empresas (pymes) hasta grandes corporaciones. Sin embargo, su implementación trae consigo no solo oportunidades, sino también importantes retos legales que deben ser abordados. En este artículo, exploraremos las adaptaciones legales que las empresas deben considerar al integrar la IA en sus procesos.
Cumplimiento con la normativa de protección de datos
Uno de los aspectos más críticos al adoptar soluciones de IA es el tratamiento de datos personales. En la Unión Europea, el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) establece estrictas normas sobre cómo las empresas pueden recopilar, procesar y almacenar información personal.
- Recopilar solo los datos necesarios. La IA debe operar bajo los principios de transparencia, legitimidad y minimización de datos. Esto implica que las empresas deben garantizar que solo recopilan los datos estrictamente necesarios y que informan de manera clara a los usuarios sobre cómo se utilizará su información.
- Si la IA utiliza datos personales, las empresas deben asegurarse de obtener el consentimiento expreso de los usuarios, salvo en casos donde exista otra base legal válida.
- Evaluaciones de impacto. En casos donde la IA realice tratamientos de datos de alto riesgo, como la elaboración de perfiles, las empresas están obligadas a realizar una evaluación de impacto sobre la protección de datos (EIPD).
Responsabilidad civil por decisiones automatizadas
El uso de sistemas de IA para tomar decisiones, como la aprobación de créditos o la selección de candidatos para un empleo, puede tener implicaciones legales si dichas decisiones resultan discriminatorias o perjudiciales.
- Transparencia algorítmica. Las empresas deben ser capaces de explicar las decisiones tomadas por la IA. Esto se conoce como “IA explicable” y es fundamental para evitar problemas legales relacionados con la discriminación o la falta de equidad.
- Supervisión humana. En muchos casos las normativas exigen que las decisiones automatizadas sean revisadas por una persona para garantizar que no se cometan errores o injusticias.
- Reclamaciones y responsabilidades. Las empresas deben estar preparadas para responder ante reclamaciones derivadas de decisiones automatizadas, lo que incluye tener seguros de responsabilidad civil adecuados.
Propiedad intelectual y derechos de autor
La IA también plantea retos en el ámbito de la propiedad intelectual. Por ejemplo, si una IA genera contenido creativo, como diseños o textos, ¿quién posee los derechos de autor?
- Creaciones de IA. En la mayoría de las jurisdicciones, las creaciones generadas exclusivamente por una IA no pueden ser protegidas por derechos de autor, ya que se requiere la intervención humana para ello. Las empresas deben definir claramente los términos de uso y propiedad en los contratos con desarrolladores o proveedores de IA.
- Uso de datos protegidos. Si la IA utiliza datos protegidos por derechos de autor para entrenar sus modelos, las empresas deben asegurarse de contar con las licencias necesarias para evitar infracciones.
Ciberseguridad y gestión de riesgos
La adopción de IA también incrementa la exposición a riesgos de ciberseguridad. Las empresas deben garantizar que sus sistemas de IA están protegidos contra ataques y que cumplen con las normativas vigentes.
- Protección de datos. Implementar medidas técnicas y organizativas adecuadas para proteger los datos que maneja la IA.
- Plan de respuesta a incidentes. Las empresas deben contar con un plan para gestionar posibles incidentes de seguridad relacionados con la IA, como accesos no autorizados o manipulación de algoritmos.
- Auditorías periódicas. Realizar auditorías regulares para garantizar que los sistemas de IA cumplen con los estándares de seguridad y normativas aplicables.
Contratos con proveedores de IA
Cuando una empresa contrata a terceros para desarrollar o implementar soluciones de IA, es crucial establecer contratos claros que definan las responsabilidades y obligaciones de cada parte, entre ellas:
- Garantías de cumplimiento. Asegurarse de que el proveedor cumple con todas las normativas aplicables.
- Responsabilidad compartida. Definir cómo se repartirán las responsabilidades en caso de incidentes relacionados con la IA.
- Cláusulas de confidencialidad. Proteger la información sensible compartida con los proveedores.
Formación y concienciación
Finalmente, la adaptación legal a la IA también requiere invertir en la formación de empleados y directivos para garantizar un uso adecuado de estas tecnologías: formar a los equipos en aspectos legales y éticos relacionados con la IA y fomentar una cultura empresarial orientada al cumplimiento normativo y la ética.
La adopción de la inteligencia artificial puede ser una ventaja competitiva para autónomos, pymes y grandes empresas, pero también conlleva importantes responsabilidades legales. Si tienes dudas al respecto, consulta con nuestra asesoría.