El trabajo desde casa se ha convertido en una opción cada vez más común, especialmente entre autónomos que buscan reducir costes y ganar flexibilidad. ¿Conoces las deducciones fiscales de las que puedes beneficiarte si teletrabajas? Te contamos todos los detalles para aprovechar al máximo los beneficios fiscales que la normativa ofrece a los autónomos que desarrollan su actividad desde su hogar.
Para los autónomos, trabajar desde casa implica que su domicilio personal también es la sede de su actividad profesional. Este modelo permite ahorrar en gastos de oficina, pero plantea cuestiones fiscales específicas, como la deducción de los gastos relacionados con el uso del hogar para fines laborales.
En términos fiscales, trabajar desde casa tiene dos implicaciones importantes:
- Declarar el uso profesional del domicilio. Es obligatorio informar a Hacienda sobre el porcentaje de la vivienda destinado al trabajo. Esto se hace a través del modelo 036 o 037.
- Justificar los gastos deducibles. Solo se pueden deducir aquellos gastos directamente relacionados con la actividad profesional, y siempre deben estar debidamente justificados mediante facturas.
Principales deducciones fiscales para autónomos que trabajan desde casa
Los autónomos que trabajan desde su domicilio pueden beneficiarse de varias deducciones fiscales. Estas son las más relevantes:
Gastos de suministros (agua, luz, gas e internet)
Uno de los puntos más debatidos en el ámbito fiscal son los gastos de suministros. La normativa permite deducir un porcentaje de estos gastos, siempre que se haya declarado previamente el porcentaje de la vivienda utilizada para la actividad.
Desde 2018, la Ley de Reformas Urgentes del Trabajo Autónomo establece que los autónomos pueden deducir el 30% de los gastos de suministros, aplicado sobre el porcentaje del domicilio destinado al trabajo. Por ejemplo, si utilizas el 20% de tu vivienda como espacio de trabajo, podrás deducir el 30% de ese 20% en tus facturas de luz, agua o internet.
Gastos de alquiler
Si la vivienda en la que trabajas está alquilada, puedes deducir parte del alquiler correspondiente al espacio destinado al trabajo. Para ello es necesario que el contrato de arrendamiento permita este uso mixto (residencial y profesional) y que el propietario esté informado.
Amortización de la vivienda
Si eres propietario del inmueble también puedes deducir la parte proporcional de la amortización correspondiente al espacio de trabajo. La base para calcular esta deducción es el coste de adquisición del inmueble, excluyendo el valor del suelo.
Gastos de comunidad y mantenimiento
Los gastos de comunidad, reparaciones y mantenimiento del hogar también pueden ser deducibles en el mismo porcentaje que el espacio destinado al trabajo. Esto incluye reparaciones menores (como pintura) y cuotas comunitarias.
Teléfono e internet
Si tienes una línea de teléfono o internet exclusivamente dedicada al negocio, podrás deducir el 100% de los costes asociados. Sin embargo, si usas una línea compartida para fines personales y profesionales, no será deducible.
Material de oficina y equipos tecnológicos
Los autónomos pueden deducir al 100% los gastos relacionados con material de oficina, mobiliario y equipos tecnológicos utilizados en su actividad profesional. Esto incluye ordenadores, escritorios, sillas ergonómicas, etc.
Seguro del hogar
Si tienes un seguro de hogar, puedes deducir la parte proporcional correspondiente al espacio de trabajo. Este beneficio también aplica si el seguro cubre riesgos laborales.
Requisitos para aplicar las deducciones
La Agencia Tributaria exige que todos los gastos deducibles cumplan con tres condiciones:
- Relación directa con la actividad profesional. Solo se pueden deducir los gastos que estén directamente vinculados con la actividad económica.
- Justificación adecuada. Los gastos deben estar respaldados por facturas, no valen simples tickets o recibos.
- Registro contable. Es obligatorio llevar un registro claro y ordenado de los gastos deducidos, ya que Hacienda puede solicitar su justificación durante una inspección.
¿Cómo declarar el espacio de trabajo en casa?
Al darse de alta como autónomo es necesario especificar qué porcentaje de la vivienda se utiliza para la actividad profesional. Este porcentaje determinará la proporción de los gastos que puedes deducir.
Supongamos que tu vivienda tiene 100 m² y utilizas una habitación de 20 m² como despacho. Esto significa que el 20% de la vivienda está destinado al trabajo. Sobre ese porcentaje se aplicarán las deducciones.
¿Qué no es deducible?
Aunque trabajar desde casa permite deducir muchos gastos, hay ciertos límites:
- Gastos personales: No se pueden deducir gastos que no estén relacionados con la actividad, como compras personales.
- Comidas y entretenimiento: Los gastos relacionados con comidas o reuniones en casa no son deducibles.
- Espacios compartidos: Las zonas del hogar usadas tanto para fines personales como profesionales (salones, cocinas) no son deducibles, salvo que se demuestre un uso exclusivo en ciertos momentos.
Aprovechar las deducciones disponibles puede marcar una gran diferencia en la rentabilidad de tu negocio. Trabajar desde casa como autónomo ofrece múltiples ventajas, pero también requiere una gestión fiscal rigurosa. Es fundamental cumplir con los requisitos legales y llevar un control exhaustivo de los gastos.
Si tienes dudas o necesitas ayuda para optimizar tus impuestos, una asesoría fiscal puede ser tu mejor aliado.